viernes, 30 de diciembre de 2016

Cuenta atrás

Hemos entrado en la recta final, y estamos en la cuenta atrás, o como diría Europe, "it´s the final count down". Y es que tras la nochebuena, hoy me he dado cuenta que son 34 semanas las que llevo dentro a Gabriel, parece algo como de ciencia ficción: llevar en tu ser alguien vivo y que cuando nazca tendrá su propio ser y personalidad, increíble.
La verdad que lo que suelen decir de las embarazadas que lloran por todo, es totalmente cierto. El día antes de nochebuena, sabía que mi marido se iba de guardia, y no lo vería en tres días, pero era nochebuena y Navidad... se me saltaban las lágrimas cada vez que tenía una mínima ocasión. Además, me daba cuenta que salían casi sin querer, sin forzar nada la situación. Pero imagino que a todas les pasa por la revolución de hormonas que hay en nuestro interior.
Fue una nochebuena especial, aunque no podía evitar recordar la del año pasado, con mi bebé perdido. Eran tantas emociones e ilusiones que tenía con ese bebé, que ahora vuelvo la vista atrás y sé que Gabriel ha llegado cuando tenía que llegar, aún habiendo pasado el trago tan amargo de perder a un bebé tan ansiado y esperado. La vida son continuos cambios de estado de ánimo: de pronto muy felices por algo, que en el instante siguiente la tristeza puede entrar por tu ventana como un huracán inesperado. Mi bebé perdido desde el cielo me mandó a Gabriel, para quererlo con todas mis fuerzas y amarlo más que a mi vida misma. 
Ver a mis sobrinos y sobrina recibir los regalos de Papá Noel, con esas caras de ilusión y de inocencia... me encantó. Cómo van creciendo todos... supongo que el próximo año cuando esté Gabriel también recibirá su regalo, aunque aún será pequeño para darse cuenta de lo que esté ocurriendo.
El martes pasado tuve ecografía en mi gine privada, y finalmente me van a inducir el parto, a causa de la heparina que me estoy pinchando. Y claro, yo como bien sabéis, me puse a buscar en internet cómo es el proceso de inducción de parto y qué consecuencias conlleva. Por lo que leí, la medicación que te ponen es oxitocina vía intravenosa y también prostaglandinas, vía vaginal, para comenzar a borrar el cuello del útero y provocar las contracciones pertinentes. Los foros hablan que suele doler mucho, pero que en cuanto pueden te ponen la epidural y ese dolor pasa. Espero que eso me ocurra a mi y puedan ponerme mi epidural sin problema. 
Y es que sufrir dolor me aterra. Sí, es un dolor con un final feliz, pero ese momento me da miedo. Me da miedo que él sufra, o que le ocurra algo. Me da miedo no tener fuerzas suficientes para empujar y que pueda salir sin problema. Imagino que son miedos normales, ¿no?
En fin, ya queda menos para verle y conocerlo, mi marido y yo estamos con la cuenta atrás para el tan esperado y ansiado día.