lunes, 27 de junio de 2016

Miedo

Después de unos cuantos días sin escribir nada, he decidido contaros un poco cómo va mi proceso... 
Y es que yo estaba tranquila, dentro de lo que cabía, trabajando y tomando todo lo que me habían mandado (progesterona, meriestra, ácido fólico) y de pronto empecé a sentirme muy mal, con muchas náuseas. No os podéis imaginar cuántas... La misma sensación que cuando vas en el coche y sientes que vas a empezar a marearte, la salivación, el estómago... pues así es algo continuo. Decidí que debía tomarme el famoso Cariban, porque no comía casi, y eso no podía ser.
Un día en el trabajo, entré al baño, y descubrí por sorpresa el peor de los temores: había manchado. Me fui corriendo a casa, y mi marido y yo salimos deprisa hacia urgencias. Allí, volví a recordar los peores fantasmas del pasado cuando nos hicieron las inseminaciones artificiales... tantos momentos ahí vividos... nos recibió una amiga (M.) allí, que es enfermera y se portó genial con nosotros. Me tenían que hacer una eco, y bajándome los pantalones me temblaban las piernas, me sudaban las manos, no puedo describir lo que sentía. Se vió el saco gestacional y la vesícula vitelina, pero aún no había embrión. Aún no había embrión... eso no me deja dormir.
Esos días, pues ya me dieron la baja y reposo relativo en casa. El sábado me levanté, y me tumbé un poco en la cama, y fui al baño para ducharme. Descubrí que el manchado, era sangre y era más abundante que el día anterior. Nerviosa, no sabía qué hacer. Llamé a mi hermana y me dijo que a ver qué pasaba. Llamé a un compañero y amigo del trabajo que en seguida vino a buscarme para llevarme al hospital. Nunca habrá palabras suficientes para agradecérselo.
Allí, me sentaron en una silla de ruedas, y yo me temía lo peor. Mi marido tuvo que salir de guardia y corriendo volver a casa porque también temía el peor de los presentimientos. Pero no, de nuevo vieron el saco y no había embrión, aunque decía que era pronto, pero no sabían de dónde venía la sangre. ¿Cómo? ¿Y entonces por qué sangro? alguna explicación debe existir.
Así volví a casa y estaba mi cuñada y mi cuñado conmigo, hasta que llegó mi marido y nos quedamos solos los dos intentando asimilar qué había pasado. 
La semana siguiente nos trasladamos a Granada, y allí pedí cita en mi ginecóloga privada. Ella nos recibió y nos trató muy bien, y nos explicó que la sangre venía de un pequeño hematoma que se había formado junto al saquito gestacional, de 1 cm, y que no le preocupaba la situación del mismo. Aún no había embrión, y eso me tiene muy preocupada porque y si no hay latido luego? tengo pánico a que me digan eso y volver a pasar por todo...
El miércoles me ven de nuevo, ojalá esté su pequeño corazón y lo podamos ver. Si no, se cumplirán el peor de mis temores...

jueves, 9 de junio de 2016

Tengo que contaros una cosa...

Pues sí. Hoy me he despertado y parece que estoy en un sueño. Cuando ha sonado el despertador he tenido la sensación de dormir profundamente toda la noche, como si no hubiera algo que no me dejara descansar.
Y es que por fin, después de tantos meses y de esta laaaaaaaaaaaaarga betaespera ha sido POSITIVO! Aún no me lo creo mucho, porque parece que no me ha pasado a mí esto. Cuando nos despertamos ayer en Granada, yo recé para que pudiera soportar lo que iba a venir, ya fuera bueno o malo… Nos tomamos un café rápido y en seguida en camino hacia el hospital. Allí estaba la misma chica que coincidí con ella el día de la transferencia, así que a ver qué ocurría. Ella iba convencida que no, porque ya estaba manchando, y yo me cagué. No sabía qué iba a pasar. Resulta que las enfermeras no sabían que teníamos la beta, un poco descontrol… pero al final sacaron sangre, previa rotura de vena de una de ellas.
Volvimos a Almería, y por el camino, intentaba concentrarme en la música, en los coches pasar, en mirar a mi marido y lo feliz que sería si fuese un resultado favorable…. Mil pensamientos por minuto.
Cuando llegamos a casa, mi marido fue al Mercadona, pero yo me quedé leyendo cosas por internet e intentando ocupar la mente. Encendí una vela blanca y recé un poco más. Sí, lo sé, agoté todas las plegarias posibles… pero la ocasión lo merecía, ¿no?
Las 12:50, mi marido a mi lado diciendo que llamáramos ya, pero yo quería esperar a las 13:00 que fue cuando nos dijeron. A las 13:00, justo en ese momento, mi amiga N escribiéndonos que había recibido nuestro regalo por su cumpleaños, que eran unas flores. Todo a esa hora, jeje. La enfermera me dijo: “Pues…” y hubo un silencio de unos segundos que para mí fueron eternos…  “¡estás embarazada!  Ha sido positivo” y ya mi marido empezó a saltar por el salón y yo sentada un poco en shock. Le pregunté cuándo tenía que volver y me dijo que el 29, así que ya lo tengo en la agenda apuntado.

Mi hermana, mis hermanos, amigas se alegraron por mí, y mis primas más aún. Todos a nuestro lado. Gracias por todo y por tanto.

jueves, 2 de junio de 2016

Seguimos en betaespera

Cuando una mujer se queda embarazada de forma natural, tiene la suerte de enterarse que va a ser mamá con la ausencia de su periodo y confirmándolo con un predictor (tantas marcas hay ahora…). Pero hay ciertas mujeres que nos toca vivir el calvario de la betaespera y saber si todo ha sido en vano o no por un análisis de sangre. Sí, puede que esto lo veáis estúpido, pero a veces las cosas más sencillas suponen un mundo cuando no las puedes vivir en primera persona.
Un día puede convertirse en mucho más que 24 horas, os lo juro. Parece que el reloj no avanza y que todo avanza a cámara lenta. Comienza el calvario de ir al baño del orden de 800 veces al día, y mirar el papel con lupa por si hay algún cambio o mancha de algo. Observar mi cuerpo, por si hay cambios de algo… creo que mi cerebro no puede más, y no sé cuántas betaesperas soy capaz de soportar… entre las Inseminaciones Artificiales (4) más luego la in vitro, con dos transferencias (2), y la tercera betaespera que nos dio aquel resultado tan soñado (aunque luego no terminara con un final feliz…) (1), y esta betaespera de ahora (1), van por 8 betaesperas en total. No había hecho la cuenta total, porque no recordaba las inseminaciones artificiales (quedan tan lejos ahora…), pero da miedo pensarlo.
Y de nuevo aquí me veo. La gente te dice “lo que tenga que ser será” pero no son conscientes que tu deseas que sea positivo a toda costa, y que acabe ese calvario de una vez. No os miento, también quiero que llegue ese día para saber si es negativo y enfrentarme a mi fase de pena y duelo de nuevo….
Sorprende cuando hay personas a tu alrededor o conocidas que comienzan un proceso de in vitro y les cuento los pasos que van a seguir o la medicación que se tendrán que pinchar o tomar. Me he hecho una experta en este tipo de procesos. En realidad, soy una loca de estos procesos…. Porque yo investigo hasta cómo es la criopreservación (vamos, lo que viene siendo la congelación) de los embriones y el proceso de descongelación también. Me gusta saber qué hacen en ese laboratorio tan frío y que tanta vida potencial alberga.
Ojalá el mes de Junio me traiga suerte y una vez más, pueda vivir en primera persona lo que es un positivo.