viernes, 11 de noviembre de 2016

Cositas que pasan

Después de la ecografia que me hizo la gine privada, todo va bien, o al menos eso me dijo ella. Se mueve mucho Gabriel, imagino que debe estar tan a gustito dentro dando vueltas y patadas, jeje. 
Esa misma semana fuimos a la ecografia 4d, para que mi hermana pudiera ver a su sobrino alguna vez antes de que naciera. Fue una experiencia inolvidable... verlo ahí, chuparse el dedo, sonreír, sacar la lengua, su manita... se vio muy bien, a pesar de estar de 25 semanas en ese momento. Yo no me emociono cuando lo veo, la emoción me embarga cuando escucho su corazón. Me parece algo tan increíble que hay alguien vivo dentro de mi. 
Mi barriga va creciendo poco a poco, que curioso verte gordita más y más cada día. Cuando veo a mi marido darle besos a la barriga, aún recuerdo todos estos años de lucha constante, de lágrimas derramadas, de intentos fallidos, de tantas cosas que hemos pasado... lógico que ahora él esté más feliz que nunca, ¿no?
Cuando estás embarazada, es cierto que estas más sensible que nunca. Todo se magnifica de manera incalculable. Me di cuenta que tenía que desplazarme a Almería para la prueba del azúcar (famoso Test O´Sullivan), y estar en el hospital a las 8 de la mañana del día 8, por lo que mi marido no podría acompañarme pues salía de guardia justo ese día... se lo comenté a mi hermana, y creo que no faltó decirle mucho más: ella se vendría de Madrid para acompañarme. Así no tendría que ir sola. 
El día 7 fue mi cumpleaños, 35 años ya. Parece que fue ayer cuando mi madre preparaba un bizcocho en casa y venían amigas del cole para soplar las velas... mi familia vino a mi piso, con mis sobrinos, y comimos migas. Ya somos muchos, y dentro de poco uno más, jeje. Estuvo divertido estar todos juntos, aunque faltaba mi marido y T también. 
Mi hermana se quedó a dormir conmigo, como cuando eramos pequeñas. Y ya al día siguiente fue cuando tuvimos que ir a Almería. En realidad, el hostal donde dormiríamos era en Huercal-Overa, un pueblo. La verdad que no estuvo mal el sitio, y fue una aventura. En el hospital me sacaron sangre y me tragué el líquido ese dulce sin respirar, en menos de 3 segundos. Así no me daría tiempo a que me diera mucho asco. En definitiva, gracias a mis padres por haberme regalado a mi hermana en su día, la quiero mucho mucho.
Hoy ya estoy de 27 semanas, 27 semanas! Parece un poco locura, ¿no? pero poco a poco sigue avanzando. Estoy contenta de estar bien, en forma, gracias a la natación y al yoga. En el yoga estoy descubriendo la capacidad de dejar la mente en blanco, y dejar que el cuerpo hable. Me encanta, gracias M por proponerme ir.
En fin, cositas que pasan y que por eso lo escribo, para que nunca caiga en el olvido la felicidad que estoy viviendo.

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