viernes, 11 de marzo de 2016

Estudio genético: cariotipo

Aún nos quedaba otra prueba por realizar antes de empezar el tratamiento in-vitro por la seguridad social, y esa era el cariotipo, es decir una foto de los cromosomas.
Yo el día de antes pensaba en la genética y en mis genes por parte de la familia de mi padre y de la familia de mi madre. Ninguna de las familias había sido infértil, pues mis abuelas tuvieron 5 hijos/as cada una, aunque sí había abortos en mis tatarabuelas. Todo eso me hacía pensar que no sería un problema, o ¿si?
Recordé cuando era una niña, y jugaba con mis dos hermanos mayores y mi hermana al "cinquillo" en la playa de Velilla, en Almuñecar. Qué fácil era sólo pensar en jugar, bañarte en la playa y poco más. Deseaba volver a ese momento en el que no me tocaba pensar, pero no tenemos ese poder, y hay que seguir viviendo. Además, mis hermanos ya están casados. El mayor ya tiene dos hijos: una niña muy guapa y pizpireta (fue la primera de mis sobrinos) y un niño con unos ojos que encandilan (del que soy madrina). Él es una persona inteligente y cariñoso, puedes reírte también de cualquier cosa y te enseña cualquier cosa de maravilla, pues es el mejor en eso.
Mi segundo hermano, que tiene un nene precioso e inteligente, siempre está ahí en momentos más inesperados y es cariñoso. Una persona muy inteligente, que tiene claro lo que quiere y lo admiro por eso.
Estos genes van en mi ser, y yo sabía que no había nada malo o al menos lo intuía así. 
En efecto, así fue, una analítica en la que el médico nos dijo que no suele salir nada raro y que enviarían el análisis al centro de reproducción asistida.
Ya tan sólo faltaba ir a esta cita después del verano, verano que decidimos pasar en la Toscana con mis amigos P y P, y con su niño, que no hay vacaciones que no viajemos con ellos.
Fue inolvidable ese viaje y la espera también...

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