jueves, 10 de marzo de 2016

Histeroscopia

Quizá cuando empecé todo este proceso de la reproducción asistida, no sabía todo lo que me esperaba por delante. Y es que es muy largo el camino, y más aún cuando te añaden pruebas nuevas, pensando que ya las habías hecho todas...
No, quedaba una prueba más: la histeroscopia. Es una prueba con laparoscopia para ver el útero por dentro, y comprobar el estado del mismo. Por si acaso, yo leí en internet que había que ir preparada con compresas, ropa cómoda, y que dolía. 
Así que el día concertado, fui con mi marido al hospital. Tuve que pedir ayuda a una prima mía (V), porque mi marido tenía que irse a trabajar a Albacete a las 11:00 y no sabía cuánto iba a durar la prueba. Me diréis que no pasa nada pedir ayuda, el problema fue que yo no quería que la familia lo supiese, pero no me quedó más remedio. No quería decírselo a mi madre, porque no quería preguntas, preocupaciones, etc.
Al llegar vi salir a una mujer casi gritando de dolor, y yo pensé "jo, no quiero estar así", pero mi marido me dijo: "tú eres más fuerte que todo esto". A veces pienso que tiene la palabra perfecta en el momento concreto, por eso y por un millón de razones más decidí pasar el resto de mi vida con él, no hay otro igual (bueno físicamente sí, su hermano gemelo, jeje).
Era mi turno, y mi marido pudo entrar conmigo, por ser enfermero. Y vi que era sin anestesia ni nada, allí rápido. Os confieso que duele, pero tienes que pensar en otra cosa y decirte a ti misma que va a pasar rápido. Había un MIR con el ginecólogo, que era el que tenía las pinzas de la laparoscopia, e iban tomando muestras. Una de las muestras no la pudo sacar bien, y se perdió... pero en resumidas cuentas, todo estaba correcto.
Al salir recuerdo comerme una tostada de tomate con un café, ya que había ido sin desayunar por si acaso. Luego me fui a casa de mi prima V y su novio R. 
Mis primas para mi son como casi hermanas, porque prácticamente me he criado con ellas en el pueblo de mi madre. Las quiero mucho y siempre las voy a querer. ¡¡Ya quiero incluso a sus hijas!! Sé que sufren conmigo y se alegran conmigo. Os digo que es una suerte tener tantas "hermanas" como yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario