domingo, 6 de marzo de 2016

Lista de espera de seguridad social: nos llaman

Después de tanto tiempo, esperando esa llamada, de pronto trabajando y atareada recibo la llamada del hospital de Almería para comenzar los tratamientos in vitro por la seguridad social. Lo hablé con mi marido, y decidimos trasladar el expediente a Granada, pues allí sabemos que están los mejores médicos en el tema de reproducción asistida. 
Aunque no íbamos a hablar con el Rey, mínimo tuvimos que mover papeles como si fuéramos a ello, pero al final conseguimos llevarlos papeles a maternidad en Granada.
Cuando llegamos allí, entré en la sala de espera y vi la sala repleta de parejas con el mismo anhelo que nosotros. Somos muchas parejas en este tema, pero hoy día parece un tema tabú. Parece que a nuestro alrededor, los amigos y compañeros que consiguen quedarse embarazados ha sido por un "descuido", o les "ha costado poco tiempo". En ese instante que te dicen esas frases, sientes que es como si te disparan dardos al corazón, lógicamente no conscientes, pero duele mucho.
Me nombraron, y pasamos a la consulta. El doctor M.N. nos recibió y comenzó de nuevo la retahíla de nuestra historia. Contando la historia, yo misma me sorprendía del conocimiento que había adquirido en estos años y cómo era capaz de resumirla en 2 minutos. El doctor apuntaba todo y me pidió que me desnudara de cintura para abajo para la ecografía de rigor. Nos dijo que todo estaba bien, aunque tenía un pequeño mioma que no era procupante, y que el ovario derecho parecía un poco escondido, algo que ya conocíamos.
Él nos mandó otras pruebas que anteriormente no nos habían prescrito: histeroscopia y estudio genético de los cromosomas. Así que pedí cita para la histeroscopia, que sería el mes siguiente y el estudio genético no había fecha hasta el verano. ¿Hasta el verano? ¿es que hay mil personas haciéndose estudios genéticos?
De nuevo, paciencia y espera, compañeros en este largo viaje.

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