sábado, 5 de marzo de 2016

Toca esperar...

Claro, después de todas las Inseminaciones Artificiales y de sus correspondientes negativos, tocaba pararse y pensar un poco en todo esto. La gente te decía "¡seguro que ahora te relajas y pasa!"... si me dieran un euro cada vez que me han dicho esa "maldita" frase... sé que lo hacen con todas las mejores intenciones, pero es que todo tiene un límite. Entonces me pregunto, ¿qué ocurre en mitad de una guerra? ¿la gente no se queda embarazada? Creo recordar que había judías presas en los campos de concentración nazis que se quedaban embarazadas, y no me imagino un lugar más horrible para estar relajado, ¿no? O mas aún, cuando las mujeres son violadas y se quedan embarazadas, no creo que sea el relax más absoluto... y como bien dice mi marido "el estrés no es determinante en esto, pero no ayuda" eso está claro. 
Tras unos días pensando qué hacíamos mientras no avanzaban los días en la "maravillosa lista de espera de la seguridad social" decidimos acelerar un poco el proceso por lo privado. Así, como bien me caracteriza, empecé a buscar presupuestos de clínicas, foros, comentarios, opiniones, etc., y fue cuando la cuñada de una prima mía me comentó una ginecóloga muy buena en Granada, mi ciudad. Pues allá que fuimos mi marido y yo.
Es una excelente persona: cercana, cariñosa, y te tranquiliza nada más llegar. Pero el ser así la lleva a tener la sala de espera repleta de gente; tanto es así que siempre va con retraso de 1 hora, algo que aprovechamos para dar una vuelta por el centro de Granada, y ver tiendecillas e ir de compras.
Como es natural, como buen médico, pide las pruebas pertinentes: analíticas, citología, y el historial de pruebas anteriores. Recuerdo que cuando me lo dijo, yo pensé "toca esperar de nuevo... jo..." pero parece que esa frase va a ser lapidaria en nuestras vidas, al menos hasta el día de hoy.
Pues tocaba ponerse en manos de una nueva médica y confiar en la suerte...

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